Publicado el 16 de oct, 2020

Simón Guerra, nuevo jugador del Barça Vóleibol: «Espero estar a la altura de Alexis»

Una de las figuras del vóleibol chileno es Simón Guerra. El seleccionado nacional se integró hace unos días al Barcelona, donde ha sido recibido en un contexto de pandemia que se sigue viviendo en una de las ciudades más importantes de España, como lo comentó a #EsDeporteRadio.

«Llegué el jueves pasado a Barcelona. Estuvimos seis meses sin entrenar y fue complicado, en Chile estaba entrenado principalmente ejercicios específicos. Estoy recuperando mi cuerpo de atleta, que es lo que más se perdió en la cuarentena, estoy volviendo a hacer pesas fuerte. Volví ‘chupado’. Me tocó hacerme el PCR la semana antes de viajar. En la ciudad estaba todo muy tranquilo, pero hubo rebrotes esta semana y hoy cerraron todo de nuevo en lugares que no son de primera necesidad. Va a estar medio aburrido Barcelona estas semanas».

El chileno ocupará el dorsal 7 en el mismo club que entre 2011 y 2014 estuvo Alexis Sánchez, pero en su rama de fútbol: «Yo pedí la 7 porque estaba ocupado el 1. No quería un número que pasara el 9, porque siempre he sido el 1, pero en los clubes he tenido mala suerte y nunca he podido agarrarlo. Espero estar a la altura de Alexis en Barcelona», afirmó.

A nivel de selección chilena de vóleibol, los «Guerreros Rojos» no pudieron clasificar a Tokio 2020, pero eso no frena los deseos de Guerra por ir a la máxima instancia olímpica: «Queremos hacerlo mucho mejor, como somos jóvenes nos quedan años para hacer más cosas. Santiago 2023 va a ser un gran campeonato, vamos a estar todos con 27 o 28 años. Nuestra planificación siempre es a cada cuatro años, por ciclo olímpico, y la gran prueba son los Juegos Olímpicos».

Voley y House

En la conversación, el oriundo de Tongoy recordó cómo llegó al deporte que lo ha hecho viajar por el mundo: «Me mandaron castigado a jugar voley todo el verano por repetir sexto básico. Fueron dos o tres meses, me llevaron a un campeonato al fin del verano y ahí me empezó a gustar. Mi mamá había intentado que jugara, pero a mí no me gustaba: vio la oportunidad, algo debe haber visto y me metió. Siempre fui súper alto, así que me tiraron de central altiro», recordó.

Guerra tiene una afición por la música House. De hecho, es mucho más que un hobby: «Quiero que se convierta en una profesión más adelante. Es súper difícil, pero con tiempo todo se puede lograr. Tanto el vóleibol como el ser DJ son cosas que no son tan comunes como los estudios, pero depende del tiempo que le dedique. Viví un año en Berlín, la cuna de este tipo de música, y he aprovechado que tengo el tiempo para invertir en eso. Es un hobby o profesión muy cara, me he echado harta plata. Sí, se le puede decir punchi-punchi, es así”, dijo entre risas.

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